jueves, 30 de enero de 2014

Ciclo Lunar

[Luna Llena]

Serafina [la reina de las brujas] se volvió para ver cómo se extinguía en la lejanía el último resplandor de los ángeles. No le inspiraban más que compasión aquellos grandes seres ¡Era tanto lo que se perdían al no poder sentir la Tierra bajo los pies, ni el viento en los cabellos, ni el hormigueo de la luz de las estrellas sobre la piel! Con tales pensamientos cortó una brizna de la rama de pino sobre la que volaba y aspiró el potente olor de la resina con ávido placer. 
- La Daga. Phillip Pulman.

Amanece y algo ha cambiado. Eres más ligero, estás más despierto, y pareciera que el tiempo se mueve a la velocidad de tus pies. Porque el tiempo para ti es una cosa que sucedió, está sucediendo, y está por suceder.

De repente todo se vuelve trivial y maravilloso, paradojas de la vida que no es efímera porque es sólo Una, dividida en millones de seres. Entiendes cosas que en cualquier otro día no podrías entender por estar bajo estrellas y luces diferentes, y se abren puertas que contienen secretos cuya pronunciación o explicación son imposibles porque simplemente son.

El frío y el calor se sienten igual de placenteros sobre la piel en la que se han desvanecido varias estaciones y ciclos, secretos de la vitalidad prolongada.

Te miras a ti mismo desde arriba, desde abajo, desde los cuatro puntos cardinales, y desde dentro de las otras personas. Cosa de comprender que la vida es una sola y se divide en millones de seres, cosa de entender que es cierto lo que dicen y todos estamos conectados.

Aprovecha bien tu tiempo porque hay que esperar a que sea Luna Llena para consumirte y renacer, Ave Fénix.


Cierra los ojos para poder ver. Y ve.



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