lunes, 27 de noviembre de 2017

Uno: 6/7 || Uno: 6/9
(Historia de dos ciudades)

Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo
-Historia de dos ciudades; Charles Dickens


Uno
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, el verano con sus tormentas y su calor húmedo. Cualquier año, el que sea, cualquier 2016.
Una: Ciudad de Rocas Blandas || Una: Ciudad de Noche Azul. Uno: 6/7 || Uno: 6/9. Uno: Cáncer || Uno: Virgo. Uno: Rafael Iram || Uno: Artemisa.
Uno: 6/7 y su desvelo eterno, su insomnio constante, sus movimientos que responden a un ritmo inhumano || Uno: 6/9 y sus profundas ojeras, sus ojos tristes de ensoñaciones suprarreales, sus movimientos cortos y terrenales.
Uno: prisionero a propósito en un territorio donde las rocas se desgajan || Uno: cautivo de las noches azules por una Luna que apenas asoma la cara. Uno: caminante nocturno || Uno: sonámbulo diurno. Uno: gato negro, planta venenosa, viento, augurio, y artefacto metálico || Uno: alebrije de unicornio, sirena, corteza de encino, destello crepuscular, corazón turquesa.
Uno: Verano, ojos oscuros, glitter en los pómulos, Noche Eterna, electrotristezas, Julio, Luna || Uno: Verano, ojos oscuros, glitter en los pómulos, Noche Eterna, electrotristezas, Septiembre, Mercurio
Uno: corazón húmedo, hecho pedazos || Uno: corazón húmedo, hecho pedazos.

Dos
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, el verano con sus tormentas y su calor húmedo. Cualquier año, el que sea, cualquier 2017.
Una, sólo una: Ciudad de Noche Azul. Las noches de lluvia son siempre azules, los días de lluvia son siempre grises. No hay ojos-noche que no sean oscuros. No hay lugar que no se empape en Verano, ni los corazones permanecen secos, ni los ojos oscuros de los que bajan electrotristezas, ni las bocas que derraman besos sobre las palmas y entre las piernas, ni los glandes que lloran de ansiedad. Una, sólo una: no hay noche en esa ciudad que no sea azul.
Siempre son azules las noches que se derraman, donde un humo pesado pasa por los pulmones, y los labios saben a alcohol y a besos que habían sido puestos en pausa.
Dos: movimientos que ocurren en las dos ciudades, como las huellas que quedan pegadas en el espejo y que sólo se ven jadeando sobre ellas. Ciudades insomnes, soñolientas, blandas, azules, de alcohol, electrotristezas, humo de tabaco y marihuana, besos carmesí, moretones, lengua de pedernal, y ojos de obsidiana.
Las noches azules siempre terminan y comienzan en besos, con el pene escurriendo, los ojos cerrados, y condones en el piso. Terminan y comienzan en la línea 1 del Metrobús e incluyen transbordos en Metro y trolebús, con recorridos no planeados por la avenida que gobiernan la putas del sur que trabajan horas extra por ser fin de semana de quincena y atiborran los hoteles de sus encantos y sus medias negras, abundante rímel y lápiz labial.
Una, sólo una: Ciudad de Noche Azul. Uno: 6/7 || Uno: 6/9. Uno: de regreso a la primer ciudad que lo tuvo prisionero || Uno: aún cautivo de la misma noche azul.
Dos: la misma ciudad de hace años, los mismos ojos oscuros pero invadidos de un brillo de constelaciones primigenias y lámparas de calle, la misma lluvia, tatuajes nuevos. La luz encendida, un colchón.
Maquillaje sobre los párpados, los pómulos, en los labios, en las yemas de los dedos. Lápiz labial en los cuellos, en las ingles, en los pezones, en el periné, en los dedos de los pies…
Putazos, moretones, besos, mordidas, jadeos, y un preservativo lleno de semen que son envueltos por la lluvia, por la noche azul que es una, por los cuerpos que son dos, por una estación atemporal que gira sobre sí misma donde ocurren las rupturas de los ciclos y del firmamento con un poderoso relámpago blanco y un rugido celeste. Una abundante venida astronómica.
Una, sólo una: Ciudad de Noche Azul. Uno: putazos en la cara, carmín en los labios || Uno: besos en la cara, carmín entre las nalgas. Uno: unas ganas inmensas de hacerlo suyo permanentemente || Uno: la permanencia obligada en el sueño de noche azul.
Dos: llovizna, la Luna siempre oculta, un beso de despedida.

Asahel Morán